Descubre todo lo que necesitas saber para llegar a las ruinas conocidas también como el “Pequeño Cusco” caminando por paisajes espectaculares aun preservados.
La ruta de un día
El punto de partida para explorar las ruinas de Huchuy Qosco es el pequeño pueblo de Tauca, ubicado a 3,750 (m.s.n.m), pasando Chinchero en el Valle Sagrado. El trek cruza todo este valle hasta llegar al pueblo de Lamay que bordea el río Urubamba. Puedes ir a Chinchero y ahí mismo encontrar personas que te lleven o contratar una agencia desde la ciudad de Cusco. Por este lado el trek dura entre 5 y 6 horas con pendientes imponentes en la bajada. Empezarás en medio de un paisaje andino típico con campos de maíz, papas, quínoa y otros granos andinos. La primera meta es llegar hacia el abra Huchuy Qosqo (4,050 m.s.n.m) para luego caminar en medio de un paisaje en donde predomina el ichu, específico de la puna. La recompensa es la vista preciosa que tienes hacia la Cordillera Vilcanota con sus nevados Verónica, Pitusiray, Chicón y San Juan. A partir de ahí empiezas a bajar hasta las ruinas. Caminarás entre tarwi y cactus para llegar a un cañón, el de León Punku, donde verás partes de un camino y un puente Inca. Siguiendo el cañón llegarás directamente a las ruinas de Huchuy Qosco majestuosamente ubicadas en una meseta en medio de terrazas andinas y con vista a la Cordillera Vilcabamba. Pese a que se están haciendo más conocidas estas ruinas, siguen siendo menos transitadas que otros destinos del Valle. La arquitectura Inca se distingue por su imponencia y la preservación de sus monumentos, sin embargo lo que más se disfruta de este tipo de recorridos es la increíble vista panorámica. Es momento de descender hacia Lamay, donde encontrarás movilidad para el resto del Valle. Lamay se ubica a unos 20 minutos de Pisac o una hora de Ollantaytambo, lugar en donde puedes tomar el tren que te llevará a Machu Picchu.
Ten presente que puedes partir también desde Lamay y acabar en Tauca y Chinchero pero te costará más subida. También hay guías locales. Te recomendamos no aventurarte solo sin tener un buen mapa y provisiones.
La ruta vivencial
Si deseas que esta experiencia sea aun más única, no dudes en contactarte con la Tierra de las Yachaqs, una organización que te pondrá en contacto con las comunidades de la zona. En Patabamba hay diez casas rurales que funcionan como hospedajes. Proponen una fórmula que incluye caminata, intérprete local (castellano y quechua), snacks, dos desayunos, dos almuerzos, una cena y una noche en una casa rural. En este caso, saldrás desde Lamay para subir rumbo a las ruinas.
La ruta para los trekkeros
Si lo que buscas es caminar y disfrutar más de estos paisajes aislados, esta ruta es para ti. Consiste en salir a pie directamente desde Cusco. Pasarás primero por las ruinas de Tambomachay en donde, según las leyendas, hallarás la fuente de la juventud eterna. Luego subirás 15 kms hasta tener una vista de todo el valle del Cusco. Pasarás por las lagunas Qoricocha y Yanacocha y llegaras hasta la comunidad de Pukamarca con sus casitas de adobe tradicionales. En la tarde llegarás por el cañón León Punku y en Huchuy Qosqo justo para fundirte con el atardecer. Acamparás en el mismo sitio y tendrás el más espectacular de los amaneceres. Lleva una bolsa de dormir que aguante temperaturas bajas o, si prefieres, puedes alojarte en casa de pobladores del lugar contratando el servicio a través de alguna agencia. La visita completa de las ruinas se hace en la mañana del día siguiente. Muchas agencias proponen luego visitar Moray y las Salineras de Maras (terrazas de sal), incluso el tour puede incorporar la visita a Machu Picchu pero ya usando buses y trenes. La agencia Pachacutec Expeditions te lleva por 450 USD incluyendo Machu Picchu y el retorno a Cusco.