Pedaleamos con Bike Tours of Lima en un recorrido guiado sobre ruedas y descubrimos de forma original lo que esconde la ciudad. Simplemente, ¡nos encantó!
Lima con sus 10 millones de habitantes y sus transportes públicos caóticos puede ser un poco intimidante. Si no sabes por dónde empezar a recorrerla, buscamos para ti una idea muy singular: explorar en bici la capital peruana, mientras un guía te va contando las historias de su ciudad.
Salimos en grupo con Bike Tours of Lima, el pionero en este tipo de propuestas. Dimos un paseo bohemio a la largo del Malecón de Miraflores y Barranco. Si te animas a participar en esta jornada saludable, empezarás subiendo por la avenida Larco hasta el Parque Kennedy. Darás una vuelta más por rincones un poco preservados de Miraflores, por ejemplo pasarás por una linda casona que hoy funciona como agencia de publicidad en la calle Recavarren. Luego llegarás a pedalear sintiéndote libre y en paz bordeando el Malecón. Si es día de semana, mejor aun. Disfrutarás del Faro, de las vista hacia el Pacífico adornada por los surfistas, del Parque del Amor o de Larcomar. También los guías (en nuestro caso, la genial, Claudia) te narran las memorias durante el trayecto: ¿cómo Miraflores pasó de ser una zona residencial y familiar con casas coloniales a un centro turístico y moderno? La Guerra del Pacífico arrasó con algunas casas y luego el episodio terrorista de los 90 hizo huir a familias completas vendiendo sus propiedades por una miseria con tal de estar a salvo en otros lares.
En Larcomar, Claudia nos enseñó fotos de las playas de antaño en las que aparece el Club Waikiki donde hoy existe la Costa Verde que posibilita un acceso más amplio al Océano. Estas anécdotas te permiten entender la transformación de Lima y le dan mayor profundidad a tu excursión.
La segunda parte te lleva por Barranco, el distrito más bohemio de la capital. Aquí vivían extranjeros haciendo fortuna gracias al guano, un fertilizante ecológico que se cosechaba en las islas a lo largo de la costa. Eso explica las casas extravagantes aun de pie que reflejan la arquitectura de varias partes del mundo. Pedalearás por sus vías menos transitadas como la calle Cajamarca con sus murales, sus casitas de colores y ranchos con patios. Pararás a observar la mejor vista a la Bahía de Lima en un “pasaje secreto”, al pie de edificios modernos. Abrazarás las Islas del frontón y San Lorenzo, La Punta al fondo, los acantilados con sus construcciones contemporáneas y el popular puerto del pescador de Chorrillos al otro lado. Sabrás el nombre chistoso que los limeños le dan al Cristo de Chorrillos en homenaje a los excesos de su ex presidente (lo conocen como el Gordovago, en referencia al Cristo de Corcovado en Brasil, shhhh). Y acabarás comiendo una butifarra con cerveza en una bodega-bar, rincón popular del barrio.
Esta vez fuimos solo 7 en el grupo, máximo pueden participar 12 personas. Como siempre en este tipo de aventuras el éxito depende de la dinámica del equipo y del guía, pero nos pareció perfectamente diseñado. La ruta no es nada difícil ya que Lima es plana, las bicis confortables y las paradas numerosas. Incluye un casco de protección, una botella de agua y el snack bohemio. Al acabar el tour, Claudia nos dio un mapa a cada uno con más tips: donde comer un gran ceviche, tomar una cerveza artesanal, probar picarones o churros, encontrar el mejor pisco sour de Lima. Yo que conozco Lima no me aburrí en ningún momento y aprendí detalles nuevos. Los demás se fueron mucho más confiados para dibujar sus propios caminos por estas calles.