La ciudad más dinámica de la Amazonía peruana no deja de sorprendernos, y es que siempre que vamos a Tarapoto hay nuevos lugares por conocer. Entérate en dónde puedes pasarla genial.
Para desayunar: Rayo de Sol.
Aunque estés en la selva, no te hará nada mal empezar el día con un croissant suavecito y sabor a Francia. Aquí encontrarás crepes dulces o salados, pasteles salados, magdalenas (una especie de muffin francés). Este proyecto existe desde hace varios años pero acaban de inaugurar este local mas céntrico, con un espacio para venta y otro para cafetería. Obvio, la pastelería francesa va acompañada del mejor café de la zona. El plus: Rayo de Sol es una ONG que ayuda a la construcción de una Escuela de Niños de escasos recursos en Morales.
Para almorzar: Quínoa.
Un menú vegetariano rico, fresco y creativo te vendrá perfecto con el calor fuertísimo de la selva tarapotina. Quínoa es una cafetería chiquita pero con buena onda y lo más importante cuenta con una súper sazón de la mano de una chef local. Sirven un menú simple a mediodía dentro de su casa blanca.
De 12 p.m. a 4 p.m. en Jr. Francisco Bolognesi 274, Nuevo Tarapoto
Para unas copitas: Yurac Yana.
Un resto bar lounge con música en vivo, carta de piqueos sabrosos, luces atenuadas y muchos cocteles. El lugar perfecto para relajarse después de un día de excursión fuera. Prueba una Margarita Corona o un Pisco Mule y relájate.
Para tu estadía: Rustica.
No soy mucho de cadenas pero hay que reconocer que el recientemente inaugurado Rustica de Tarapoto tiene sus ventajas. Su amplia piscina que domina la selva es la número uno. Se ubica un poquito en las afueras como para sentirte parte de la selva, disfrutar del sol y las instalaciones. Se hizo cabañas rústicas con techos de palmera y vista panorámica. Las habitaciones son espaciosas, con tv pantalla plana, wifi, aire acondicionado, balcón y terraza.
¿Qué más?
Seguimos recomendando y disfrutando cada que vamos del ambiente relax en Suchiche Café Cultural, de los sanguches y cafés de la Tostaduría Quilpa, de la terraza, música y cervezas artesanales del Stone Wasi. A Tarapoto, ¡uno siempre vuelve!