En el Día Internacional de la Danza conozca las cuatro expresiones culturales peruanas que han sido reconocidas por la Unesco como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.Desde 1982, cada 29 de abril, se celebra en todo el mundo el Día Internacional de la Danza, una fecha instaurada por la Unesco para llamar la atención sobre este arte y difundir más su práctica.En el Perú, según el blog Reseñas de Danzas del Perú, existen más de 1,450 tipos de danzas que agrupan diversos estilos musicales y representan el folclore de cada región. Estas danzas evocan a nuestros antepasados, nuestras familias, nuestras comunidades y nuestras historias.Los peruanos bailan para celebrar, ya sea con danzas agrícolas, ceremoniales, religiosas y carnavalescas, así como con procesiones, fiestas patronales y rituales, danzas urbanas, contemporáneas y de ballet clásico, que se fusionan mezclando diversos géneros en uno.Algunas danzas tienen un origen milenario y otras son más modernas, pero tienen la misma acogida y fervor popular. Están por ejemplo las danzas asociadas a la fiesta del Corpus Christi, en Cusco; la Virgen de la Candelaria, en Puno; la Semana Santa, en Ayacucho, o la Fiesta de San Juan, que se celebra en toda la región amazónica, entre otras.Por su aporte a la cultura y ser expresiones de estilos de vida y costumbres populares, cuatro de estas danzas han sido reconocidas por la Unesco como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Aquí le dejamos la lista para que conozca un poco más de las tradiciones peruanas:
La danza de las tijeras (2010)
Esta danza ritual representa una competencia y se baila tradicionalmente en Huancavelica, Ayacucho y Apurímac, coincidiendo con fases importantes del calendario agrícola. Debe su nombre a las dos hojas de metal pulimentado, parecidas a las tijeras, que los bailarines portan al bailar. La danza se ejecuta en cuadrillas y cada una de ellas, formada por un bailarín, un arpista y un violinista, representa a una comunidad. Para interpretar la danza, los grupos se ponen frente a frente y, al ritmo de las melodías, libran un duelo coreográfico de pasos de danza, acrobacias y movimientos cada vez más difíciles. Ese duelo llamado atipanakuy puede durar hasta diez horas y los criterios para determinar quién es el vencedor son: la capacidad física de los ejecutantes, la calidad de los instrumentos y la competencia de los músicos.
Huaconada de Mito (2010)
Esta danza ritual en la que grupos de hombres enmascarados, denominados huacones, ejecutan una serie de danzas coreografiadas, se practica en el pueblo de Mito, en la provincia de Concepción, región Junín, los tres primeros días de enero de cada año. Los huacones representan el antiguo consejo de ancianos y se convierten en la máxima autoridad del pueblo mientras dura la huaconada, poniendo de relieve su función con sus látigos, llamados tronadores. Hay huacones ancianos vestidos con atuendos tradicionales y máscaras que infunden respeto, y los jóvenes, que llevan máscaras que expresan terror, tristeza o burla. Solo pueden ser huacones los hombres de buena conducta y de gran integridad moral.
El wititi del valle del Colca (2015)
Esta danza representativa del valle del Colca es un baile popular tradicional que guarda relación con el comienzo de la edad adulta. Representa un ritual de cortejo amoroso y suelen interpretarla los jóvenes durante las festividades religiosas. Se baila en filas alineadas de hombres y mujeres que danzan al compás de la música. Las mujeres llevan trajes finamente bordados y sombreros característicos. Por su parte, los varones llevan dos faldas de mujer superpuestas, una camisa militar, un chal y sombreros con aditamentos. La representación del wititi coincide con el inicio del ciclo de producción agrícola y simboliza la renovación de la naturaleza y de la sociedad.
Hatajo de Negritos y Las Pallitas (2019)
Son dos danzas complementarias, oriundas de Ica, que forman parte de las celebraciones navideñas. Se trata de representaciones bíblicas de la visita de los pastores al Niño Jesús y la llegada de los Reyes Magos. En la danza se mezclan los valores del mundo andino prehispánico, el catolicismo europeo y el legado de los ritmos musicales de los de africanos traídos al Perú en la época colonial. El Hatajo de Negritos lo bailan los varones, zapateando al son de un violín y de campanillas, mientras entonan canciones. En tanto, la danza de Las Pallitas la ejecutan las mujeres, que zapatean y cantan al son de una guitarra.