Huayna Picchu, o Wayna Picchu, es una montaña icónica ubicada en el santuario nacional de Machu Picchu, en Perú. Este majestuoso relieve forma parte de los foothills orientales del macizo de Salcantay, en la región de Cusco, y se integra en una vasta formación orográfica conocida como el Batolito de Vilcabamba en la Cordillera Central de los Andes. Con una altitud que se eleva a 2,720 metros sobre el nivel del mar, Huayna Picchu presenta una cresta empinada que rodea al río Urubamba, ofreciendo un paisaje espectacular que ha capturado la atención de exploradores, arqueólogos y turistas por generaciones.
La montaña es también un refugio de importantes restos arqueológicos vinculados al famoso complejo inca de Machu Picchu. Su nombre en quechua, donde “Huayna” significa joven y “Picchu” significa montaña, se traduce como “Montaña Joven” o “Montaña Nueva”. Este lugar sagrado fue considerado un centro de culto, como lo demuestra la existencia del Templo de la Luna, que funcionó como un puesto de vigilancia de la ciudadela de Machu Picchu. A finales del siglo XVI, la montaña fue abandonada, y gracias a los estudios del explorador Hiram Bingham en el siglo XX, comenzó a atraer la atención mundial.
Huayna Picchu es más que un simple destino turístico; es un testimonio de la habilidad y la productividad de la civilización inca. Los vestigios arquitectónicos, los andenes y las impresionantes vistas que se pueden disfrutar desde su cima hacen de esta montaña un lugar privilegiado para contemplar la cordillera de los Andes, incluyendo la famosa cima de Machu Picchu.
Historia de Huayna Picchu
La historia de Huayna Picchu está intrínsecamente ligada a la de Machu Picchu. Se cree que los habitantes originales de estas tierras veneraban esta cumbre antes de la llegada de los incas. Los historiadores sugieren que fue Pachacutec Inca Yupanqui quien, alrededor del año 1450 d.C., ordenó la construcción de este sitio.
Huayna Picchu sirvió como un puesto de control y vigilancia de la citadel de Machu Picchu, además de ser un lugar donde se celebraban ceremonias religiosas en honor a los dioses. La presencia del Templo de la Luna, evidencia de estos rituales, refuerza esta teoría. Las pruebas encontradas indican que la construcción de estos templos continuó incluso después de que la ciudad sagrada fuera abandonada; tras la llegada de los españoles a Cusco en 1535, muchas de sus estructuras fueron cubiertas por la vegetación densa que predomina en la región.
En 1911, el explorador estadounidense Hiram Bingham llevó a Machu Picchu y Huayna Picchu al escenario mundial, iniciando excavaciones y estudios que revelarían la grandeza de esta civilización antigua. Investigaciones recientes realizadas por el Ministerio de Cultura de Perú y la Universidad de Illinois sugieren que, en la época inca, la citadel de Machu Picchu era conocida como Huayna Picchu. Los historiadores Donato Amado González y Biran S. Bauer, al examinar diarios de Bingham y documentos de siglos anteriores, han puesto en duda la denominación actual de Machu Picchu, argumentando que fue popularizada a partir de 1911.
Teorías sobre Huayna Picchu
Las teorías sobre la funcionalidad y el significado de Huayna Picchu son diversas. Algunas de las más destacadas son:
- Centro de Pilgrinación: La teoría propuesta por el arqueólogo italiano Giulio Magli sugiere que el viaje a Machu Picchu desde Cusco tenía un propósito ceremonial, rememorando el recorrido celestial que el primer inca realizó desde la Isla del Sol en el Lago Titicaca.
- Centro de Origen de la Élite Inca: Hiram Bingham consideraba que Machu Picchu era el mítico Tampu Tocco, desde donde, según la leyenda, el primer gobernante inca, Manco Capac, partió. Aunque hoy se sabe que Machu Picchu no es Vilcabamba ni Tampu Tocco, aún no hay consenso sobre su verdadera identidad.
- Conexión con Fenómenos Astronómicos: En 1991, Johan Reinhard argumentó que la ubicación impresionante de Machu Picchu está relacionada con las montañas cercanas, que eran objeto de culto incaico, y también están conectadas con fenómenos astronómicos.
- Estado Real de Pachacutec: Un análisis de un documento de 1568 reveló que Pachacutec conquistó la región, y que la ciudadela de Machu Picchu pudo haber sido una de sus propiedades reales. Algunos investigadores creen que era un palacio real, mientras que otros sugieren que también pudo haber funcionado como un puesto fronterizo.
- Sistema de Desarrollo Agrícola: Federico Kauffmann Doig y otros arqueólogos creen que Machu Picchu era parte de un extenso proyecto agrícola. Este sitio podría haber servido como un centro político, administrativo y religioso, vital en la conexión entre los Andes y la Amazonía.
Mitos sobre Huayna Picchu
A lo largo de los años, han surgido muchos mitos sobre Huayna Picchu y Machu Picchu. Algunos de los más conocidos son:
- Construcción por Esclavos: Existe la creencia de que las estructuras fueron construidas por esclavos, aunque la realidad sugiere que los incas usaban mano de obra libre.
- Altura de Huayna Picchu: Muchas personas creen que Huayna Picchu es más alta de lo que realmente es, cuando en realidad su altitud es de 2,720 metros, en comparación con los 3,051 metros de Machu Picchu.
- Ascenso en Teleférico: Es un mito que se pueden usar teleféricos para llegar a la cima de Huayna Picchu; el acceso es solo a pie.
- Tours Guiados Obligatorios: No es necesario un tour guiado para escalar Huayna Picchu; los visitantes pueden explorar el área por su cuenta.
- Acceso Exclusivo para Huéspedes del Belmond Sanctuary Lodge: Los huéspedes de este hotel no tienen acceso exclusivo fuera del horario operativo para escalar Huayna Picchu.
- Machu Picchu Era de Oro: Se cree erróneamente que Machu Picchu fue la primera ciudad inca construida y que estaba cubierta de oro.
- Uso de Láseres: Hay un mito de que las piedras de Machu Picchu fueron cortadas con láseres, cuando en realidad los incas eran expertos en la talla de piedra.
- Construcción Extraterrestre: Algunos creen que Huayna Picchu y Machu Picchu fueron construidas por extraterrestres, lo cual no tiene base científica.
Formación de Huayna Picchu
Huayna Picchu, al igual que Machu Picchu, fue intencionalmente erigido sobre fallas tectónicas por la civilización inca. Estudios recientes sugieren que esta red subyacente de fallas y fracturas no solo sirvió como base para la construcción, sino que facilitó el suministro de agua y protegió el sitio de avalanchas y deslizamientos de tierra.
Machu Picchu se sitúa justo por encima de la intersección de tres direcciones principales de fallas, formando casi una “X”. Además, se ha descubierto que las principales estructuras y escaleras de Machu Picchu parecen orientarse a lo largo de estas fallas. Los incas eligieron deliberadamente ubicaciones en estos puntos de intersección, en parte debido a la abundancia de materiales de construcción.
Rualdo Menegat, un científico brasileño, explica que las fallas tectónicas canalizaban el agua de deshielo y la lluvia directamente hacia el sitio, lo que permitía una fácil accesibilidad a los recursos hídricos. Esta ubicación elevada también ayudaba a drenar el agua durante las intensas tormentas, un aspecto crucial para la conservación del sitio.
Importancia de Huayna Picchu en la Historia de Perú
Huayna Picchu simboliza la fortaleza y resiliencia del pueblo inca en la conquista de terrenos inhóspitos. Desde su descubrimiento, Huayna Picchu ha ocupado un lugar destacado en la historia de Perú. La civilización inca floreció entre aproximadamente 1400 y 1533 d.C., extendiéndose por gran parte de la costa occidental de Sudamérica, desde Quito hasta Santiago.
Durante su apogeo, el imperio inca fue el más extenso de América, conquistando comunidades y terrenos diversos, incluidos llanuras, montañas, junglas y desiertos. La civilización inca es reconocida por su arte y arquitectura únicos, los cuales han sido admirados a lo largo de los siglos.
La arquitectura precolombina de Huayna Picchu es una muestra majestuosa de la habilidad constructiva de los incas. Su ubicación estratégica, junto con su impresionante diseño, ha permitido que este lugar sea protegido y preservado, asegurando su legado para las futuras generaciones.
Seguridad en Huayna Picchu
Escalar Huayna Picchu no es para todos. La ruta es una de las más complicadas en Machu Picchu, que requiere resistencia física y cuidado extremo. La caminata dura aproximadamente una hora, y el camino es estrecho y empinado, con escaleras de granito que pueden ser resbaladizas. Además, es importante contar con calzado adecuado y una buena condición física.
El horario de visita se divide en dos turnos: uno a las 6:00 a.m. y otro a las 7:00 a.m. La cantidad de visitantes está limitada a 400 por día, lo que ayuda a preservar el entorno y la seguridad del lugar. También es fundamental tener en cuenta el clima y las condiciones meteorológicas, ya que la lluvia puede hacer que el ascenso sea más desafiante.