Visita la catarata más alta del Amazonas anidada en un paraje mágico que dentro de poco será escenario de la floración de orquídeas. Programa tu viaje ya mismo y ¡que sigan las aventuras!
A menudo escuchamos que el Perú es el país de las maravillas y te aseguramos que es verdad. A unos 30 kms de la ya famosa catarata Gocta en línea recta, otra joya está saliendo a la luz. Se llama Yumbilla, mide 896 metros de altura y es oficialmente la quinta catarata más alta del mundo, según la base de datos World Waterfall. Se ubica por el Valle del Bongara, desplegando sus tres caídas justo en el corazón de un bosque frondoso e invadiendo los acantilados de piedra caliza. Desde hace unos años los caminos permiten acercarse hacia ella.
La salida es de madrugada siguiendo un camino encima del pueblo por una trocha de 5 kms que lleva a una puerta de madera, si prefieres puedes llegar en mototaxi. ¡Aquí empieza la aventura! Mientras la atravesamos, la bruma baja y sube. Entramos en el corazón del Bosque de Nubes. El suelo es esponjoso y húmedo, sembrado de pétalos violetas, los troncos torcidos están cubiertos de musgo y vestidos de bromelias con orquídeas colgando misteriosamente. Los helechos gigantes saltan desordenadamente por el sendero. A cada paso nos adentramos un poco más en un bosque encantado, tal como lo describen los cuentos de hadas.
Jarvik Galoc, nuestro guía, vio a Yumbilla por primera vez en 2009. « Había escuchado de ella pero no me atrevía a ir. Pensábamos que los espíritus iban a entrar en nuestro cuerpo y que la serpiente que la cuida no nos dejaría escapar.» Se quedó enamorado, convencido de tener la clave del reconocimiento para su pueblo llamado Cuispes, el más cercano a Yumbilla. En 2012, luego de mucho esfuerzo por parte de todos los pobladores, el sendero alcanzó Yumbilla ofreciendo al viajero dos miradores asombrosos tras casi 4 kms en el bosque. Desde el primer observador, la mirada se pierde en el vacío junto al salto que da la segunda caída. El otro situado a unos 200 metros más arriba, permite llegar al pie de la primera caída cubriéndonos con una fina llovizna.
A 8 horas de un camino arduo se puede conocer el nacimiento de Yumbilla: una cueva de la que brota agua cristalina. Se realiza un recorrido bordeado de arena blanca antes del gran salto: 895 metros de caída. Gracias a los esfuerzos de conservación, hoy en día, se aprecian a lo largo del camino a choznas, majas, ronsocos, monos de cola amarilla, monos andinos nocturnos y más de 150 especies de aves como la tucaneta esmeralda, el colibrí cola espátula, gigante para su especie de color azul y marrón con pico largo o estrella de pecho rojo.
De noche se prolonga el encanto en el jardín de la Posada de Cuispes, el único hotel del pueblo. Decenas de mosaicos luminosos van matizando la oscuridad como si fueran luciérnagas. Es el trabajo lleno de poesía de la artista peruana Erika. Abrimos la puerta de nuestro cuarto y otra sorpresa nos esperaba:
una chimenea de barro crujiendo y revistiendo la noche fresca con una calurosa intimidad. Por encima de la cama Erika dejó otro verso: un vitral de mosaico con tres corazones rojos y dorados. Ya habíamos encontrado nuestro refugio: una casa de campo simple y acogedora de barro, madera y techo de qincha, tal como lo pensó Kike, el esposo español de Erika cuando empezó a construirla en 2013. Un año antes, se había encontrado en una feria en Chachapoyas con Jarvik quien le enseñó su catarata. « Se dice que el que toma agua de la catarata se queda en Amazonas.» El hechizo funcionó y así nació la Posada de Cuispes que abrió sus puertas en mayo de 2013. Hoy son 12 guías en la asociación, hay servicio de mototaxis, alquiler de caballos y Jarvik es el encargado de contestar el teléfono para reservas. Además de Yumbilla, encontrarán Pabellón y Chinata por el lado izquierdo del cerro a 400 y 560 metros, respectivamente. Pabellón es la cereza del pastel, una catarata que cae amplia en decenas de cortinas delicadas y con piedras anchas para dejarse bañar por el sol. En el Valle opuesto, a una hora en mototaxi, los 42 sarcófagos del Cerro El Tigre recién surgieron de las tinieblas. Hay muchos trekkings y cuentos más por el Valle de las Cataratas. El último desafío es la actividad de bajada en rapel que recién esta empezando. Cuispes es el lugar ideal para olvidarse del mundo y conectarse con esta naturaleza increíble y mágica que tiene Amazonas.
¿Cómo llegar?
En avión hasta Tarapoto . Luego en auto o en bus hasta Pedro Ruiz, Movil Tours hace la ruta Tarapoto – Chiclayo (6 a 7 horas). El último tramo de Pedro Ruiz a Cuispes es de 25 minutos y se efectúa en mototaxi o taxis. Desde Chachapoyas, Pedro Ruiz está a 1 hora en auto.
¿En qué época?
La época de floración de orquídeas por el Bosque de Cuispes es en octubre y noviembre y luego entre marzo y junio. El 4 de octubre es la Fiesta Patronal de Cuispes. De enero a marzo las lluvias son más frecuentes. Puede llover a lo largo del año, se recomienda ir con abrigos, cortavientos y buenas zapatillas.
¿Dónde encontrar guías?
En Cuispes mismo, ya que formaron la asociación de turismo Yacu Urku. Los recorridos guiados cuestan desde 30 soles por grupos de hasta 4 personas. Entrada 10 soles por persona hacia las cataratas Medio Cerro, Cristal y Yumbilla. Servicio de alquiler de motos o caballos para los 5 kms de trocha encima de Cuispes.
¿Acceso a las cataratas?
El circuito tradicional es de 8 kms ida y vuelta por el Bosque hasta llegar a los miradores. Contar 5 horas entre la ida y vuelta. El acceso caminando es de 1 hora a Pavilion (1km), 2 horas y media a Chinata (4kms más allá de Pavilion). Otro recorrido llega al pie de Yumbilla, contar 6 horas entre la ida y vuelta (13kms), pueden acercarse en mototaxi.
¿Dónde alojarse en Cuispes?
La Posada de Cuispes cuenta con una matrimonial, una doble y dos quíntuples, así como habitaciones con baño compartido. La Posada de Cuispes ofrece menús locales. A partir de 80 soles la habitación privada para dos con baño compartido y 40 dólares la matrimonial con baño privado y chimenea.